miércoles, 15 de diciembre de 2010

El monstruo que baila.

Sé que me agradeceré después, aunque por el momento no quiero comprenderlo.

Jamás me imaginé que tendría que hacer un viaje para recuperar pedazos de mi vida, han pasado 10 años desde que... pasó todo, desde allí desarrollé una pérdida de ciertos datos, y me permití enterrarlos por muchos años, que terminaron atacándome al tocar mi núcleo.

Me gusta despertar viendo techos diferentes... ponerme mi ropa y salirme sin hacer ruido.

Me gusta aquél roce prohibido que derrite cualquier corazón que se encuentre alrededor, las risas altas y sus dedos enterrandose entre las 3 prendas que llevo encima.

Venus quiere hacer colisiones cósmicas con Marte, ¿Qué pedo? tengo algo con los carneros.

Ultimamente veo el futuro en RGB y en fracciones de 5 segundos, es real y me molesta demasiado.

Este año no me pondré un calzón rojo, por que sólo atrae las infatuationes, mejor uno con la bandera gay para que me llegue todo y moderado.

Su corazón, es como esos relojes antiquísimos, se detuvo y lo envuelve una membrana de polvo y frio... pero ya no quiero corazones rotos, semblantes traumados por alguien del pasado, discapacitados emocionales, perros de reserva, anarquistas, inconformes ni pesimistas, sólo alguien que se quiera, le daré un té para ablandar molestias, unas palabras para que se pinte las manos y sólo soplaré una vez a ver si puedes avanzar aunque sea un segundo.

Vamos a ver cuánto dura mi baile en el silencio.

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