martes, 6 de septiembre de 2011

Carta electrónica.

Angie:

Hace días quise mandarte una carta a tu domicilio, pero, para ser honesta últimamente no he encontrado un espacio como para poder enviarla, además la última vez que envié algo por correo, nunca llegó, quizás fué entre mi torpeza de haber puesto mal los datos, o quizás en realidad tomó otro rumbo, que muy en el fondo pudo haber sido algo interesante.

He estado leyendo demasiado a Banana Yoshimoto y me acordé de tí en todo momento, talvéz no te incluí en mis pensamientos tratando de imaginar la historia, pero estabas allí, como la sensación de tener a alguien quién escucha una historia mientras lees en voz alta, así mas o menos.

Me gustó mucho Tsugumi, recuerda a esa fase caprichosa que en algún momento desprendemos, aunque más bien Tsugumi como personaje es más como ese momento lúcido en el cual mis acciones son tan instintivas que por algunos minutos podría arrepentirme de ellas, ya sabes, qué efusividad llegamos a tomar.

Amrita es un libro interminable, Tsugumi pude terminarlo apenas en 4 días, pero Amrita se me ha hecho demasiado pesado, hay fases en el libro que me hartan, quisiera saber qué ocurre con la historia en lugar de saborear las percepciones que la misma Yoshimoto trata de transmitir y no es que no me gusten, pero son siempre las mismas o quizás eso pasa cuando lees 2 libros suyos seguidos, no lo sé.

Compré recuerdos de un callejón sin salida de ella y Sputnik mi amor de Murakami, le daré una oportunidad a Murakami, la vez que leí 4 páginas suyas en Tokio Blues, no me gustaron, es demasiado crudo, dicen que éste libro es bueno, veamos qué tan buenas son las percepciones ajenas.

¿Cómo has estado?, cuéntame.

A grandes razgos, sigo trabajando en la misma empresa en la cual estoy desde febrero, ninguna novedad, quiero buscar otra cosa, pero lo he hecho a medias, a veces estoy cómoda aquí, pero siento que he dejado de aprender.

Estoy tomando un curso de fotografía con el hermano de un amigo, éste es Tauro, curiosamente es del mismo dia que un Tauro con el que tuve un resbalón por allí hace un mes, hay algo con los Tauros de Abril, no sé por qué a veces hacen que me sienta como reverenda estúpida e ignorante, quizás lo soy, pero a veces sus bibliotecas y buena memoria me sorprenden demasiado que no dejan de hacerme sentir así, él es bueno, me gusta pero nada más, no sé por qué he aprendido a identificar ese tipo de hombres, que me dan demasiado miedo, pareciera que traen un foco amarillo en la frente cada que los veo.

Me va bien, es demasiado exigente conmigo y eso me parece bien, sabe mucho y puede argumentar cada nota que me dá,me asusta el hecho que sea de pocos hombres que puedo admirar.

Aún no estoy segura de tomar otro trabajo para ganar más dinero y poderme ir de casa, quisiera experimentar un poco la independencia, también me siento muy aventurera, quisiera irme a la playa un tiempo y trabajar en un café o restaurante, mientras paseo todas las tardes a lado del Sol, o irme por las montañas, algo cerca de montañas, talvéz trabajar en una panadería como explica Yoshimoto en Amrita, o en un bar o algo con lo que pueda pagar las cuentas.

Mi hermano salió de la preparatoria y entró a la Universidad en menos de un fin de semana, eso me shockeó demasiado, me siento husped en mi propia casa, quizás asi le pasa a toda la gente que empieza a trabajar.

Ultimamente disfruto mucho estar sola, por increíble que parezca.
Puedo irme al centro a tomar una cerveza, un café, fumar y ponerme a leer sola, es muy agradable, ya no he visto mucho a mis amigos, pero estoy bien, muchos decían que necesitaba tiempo para mi e intento enfrentar la soledad por medio de la fotografía, a ver qué tal pasa.

Hoy martes 6 de septiembre del 2011, un clima nublado, me arde la garganta y estoy cansada.
Escucho a Karen O and the Kids, el sountrack de Where the wild things are, te extraño.

Maho.

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